sábado, 12 de septiembre de 2009

No soy feminista, pero...


Por Kristen Elsby

¿Es el grito de guerra de una nueva generación? ¿De una nueva era? ¿Es alivio ante la muerte de algo que, a ojos de la cultura popular, proyecta la imagen estereotipada de la feminista como lesbiana obsesionada por la política, desgarbada, peluda y que odia a los hombres? O quizás sea querer estar a todo: apropiarse los beneficios y logros del movimiento feminista sin tener que cargar con las connotaciones negativas contra las que, sin duda, reacciona el 'contramovimiento' feminista. De hecho, Los medios han sustituido este concepto unívoco de la llamada feminista por otro más diverso: la nena fresca, moderna y molona, la Chica Mala [Bad Girl],la Mujer Airada que vomita obscenidades, la lesbiana chic, la mujer vestida con minifalda y siempre con una copa en la mano, a la que le encanta que la llamen zorra, la intelectual que lee al mismo tiempo a Camille Paglia, a Pat Califia y al Marqués de Sade, la fulana cibersexual que cambia de sexo a voluntad. Estos estereotipos continuarán demarcando el concepto de la [post]feminista, limitándolo, pero sin alcanzar nunca una definición precisa de lo que es postfeminismo ni de a quién se le pude aplicar esa etiqueta. En estos momentos, la postfeminista está algo más en la onda es, desde luego, mucho más mala que antes, y ya no es necesariamente mujer. Pero aún es innombrable y desafía activamente toda clasificación.
Artículo completo en:
http://www.estudiosonline.net/texts/notafeminist.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario