Las mujeres hemos obtenido importantes conquistas en materia de igualdad de derechos con respecto a los hombres, sin embargo la cultura patriarcal continúa enquistada en la sociedad, materializada en su principal exponente: el machismo. Este conjunto de actitudes y prácticas sexistas, vejatorias u ofensivas llevadas a cabo contra las mujeres está presente en diversos ámbitos: la justicia, la salud, la política, la educación. Esto se ve reflejado en algunos aspectos de la vida cotidiana, en los juicios de valor desiguales entre hombres y mujeres ante un mismo hecho. También en muchas manifestaciones sociales como la música y específicamente en las letras de canciones.
Históricamente han caracterizado al tango, sin embargo las canciones machistas no distinguen género musical, se han extendido al rock, al pop, a la cumbia y en la actualidad principalmente al reggaeton. Los argumentos difieren desde los más sutiles, como el de “Me gusta ese tajo” de Luis Alberto Spinetta que coloca a la mujer como objeto pero sin agravios, hasta los más elocuentes y violentos como el de “Si te agarro con otro te mato” de Cacho Castaña.
A mitad del siglo XX, el tango se impuso en nuestra sociedad, y las mujeres son tratadas en sus letras como santas o prostitutas, de un modo similar como ahora las muestra el reggaetón, donde son consideradas como perversas libidinosas, a la vez que son cotizadas como objetos preciados. Las mujeres viven su sexualidad de un modo diferente al del siglo pasado sin embargo ésta danza las está ubicando en un sitio de menosprecio socavado por un ritmo pegadizo y cuasi-sexual.
Históricamente han caracterizado al tango, sin embargo las canciones machistas no distinguen género musical, se han extendido al rock, al pop, a la cumbia y en la actualidad principalmente al reggaeton. Los argumentos difieren desde los más sutiles, como el de “Me gusta ese tajo” de Luis Alberto Spinetta que coloca a la mujer como objeto pero sin agravios, hasta los más elocuentes y violentos como el de “Si te agarro con otro te mato” de Cacho Castaña.
A mitad del siglo XX, el tango se impuso en nuestra sociedad, y las mujeres son tratadas en sus letras como santas o prostitutas, de un modo similar como ahora las muestra el reggaetón, donde son consideradas como perversas libidinosas, a la vez que son cotizadas como objetos preciados. Las mujeres viven su sexualidad de un modo diferente al del siglo pasado sin embargo ésta danza las está ubicando en un sitio de menosprecio socavado por un ritmo pegadizo y cuasi-sexual.
Continuará...
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