jueves, 24 de septiembre de 2009

Canciones machistas(segunda parte)

Realizando un recorrido por las letras de los distintos géneros es posible establecer una ligera tipología de las mismas: en primer lugar, canciones ofensivas y denigrantes, en segundo lugar, canciones que hablan del “deber ser” de las mujeres, desde el punto de vista del machismo por supuesto, y en tercer lugar, canciones que constituyen una apología a la violencia contra las mujeres y a los feminicidios.

De locas y libertinas

En el primer grupo de canciones, a través de calificativos de connotación negativa y agraviante, las letras juzgan a las mujeres que deciden libremente sobre sus relaciones afectivas y sobre su sexualidad, como lo refleja un fragmento de la letra de “No te pudiste aguantar” de Ataque 77: “Siempre creí que estábamos bien/Pero ahora veo que no te pudiste aguantar/Por que sos muy puta y no te pudiste aguantar”. Otro ejemplo lo constituye “La lechera” de Pibes chorros: “Dejate de joder y no te hagas la loca/ anda a enjuagarte bien la boca/me diste un beso y casi me matas/ de la baranda a leche que largas/No te hagas la nena e mama/porque ese olor a leche que sale de tu boca la vaca no lo da/Me entere lo astuta que sos que te gusta la fija/y que sos más fácil que la tabla del dos”.

Una mujer con todas las letras

La sociedad transmite ciertas expectativas o ideas de lo que se espera del “ser mujer”. En el segundo grupo de canciones se refleja lo que la mujer debe ser, según algunos patrones: esposa, madre, casera, dependiente, reservada y frágil, como se manifiesta en la canción “Mujer” de Agustín Lara: “La mujer que al amor no se asoma/no merece llamarse mujer/es cual flor que no esparce su aroma/como un leño que no sabe arder/Una mujer debe ser soñadora, coqueta y ardiente/debe darse al amor, con frenético ardor para ser...una mujer/Puesto que una mujer, que no sabe querer, no merece llamarse mujer”.

Esta debería ser la imagen a la cual la mujer se tiene que adaptar para no padecer la exclusión, el rechazo o la crítica del resto de la sociedad, llegando a ser catalogada de excéntrica, degenerada, insensible y embustera, como se pone de manifiesto en el tango “No te engañes corazón” de Rodolfo Sciammarella: “No te dejes engañar, corazón/por su querer/por su mentir/No te vayas a olvidar/que es mujer y que, al nacer/del engaño hizo un sentir/Miente al llorar, miente al reír/miente al sufrir y al amar/Miente al jurar falsa pasión/no te engañes, corazón”.

Arráncame la vida

En el tercer grupo de canciones se encuentran las letras violentas que justifican las agresiones físicas hacia las mujeres y las exaltan como en “Nunca quise” de Intoxicados: “Para odiar hay que querer/para destruir hay que hacer/y estoy orgulloso de quererte romper la cabeza contra la pared”. Otras canciones llegan a hacer apología de los crímenes de mujeres, un ejemplo de ello es “La cumbia del odontólogo” de Sometidos por Morgan, dedicada a Ricardo Barreda: “Te decían mariquita, te decían/te decían que no eras hombre/te decían basura, te decían/no te llamaban por tu nombre/pero pusiste tu sello/y las pasaste a degüello/agarraste una escopeta/y las hiciste boleta!!!/Experto en dentaduras/y en minas que se ponen duras/no te arrepentís de nada/sos el héroe de la jornada”.

También el tango “Amablemente” de Augusto Arturo Martini pondera los feminicidios: “La encontró en el bulín y en otros brazos/Sin embargo, canchero y sin cabrearse/Le dijo al gavilán: Puede rajarse/el choma no es culpable en estos casos/Al quedarse bien solo con la mina/busco las alpargatas y, ya listo/murmuro cual si nada hubiera visto/Cebame un par de mates, Catalina/La grela, jaboneada, le hizo caso/El tipo, saboreándose un buen faso/la mateo, chamuyando de pavadas/Y luego, besuqueándole la frente/con toda educación, amablemente/le fajo treinta y cuatro puñaladas”.

Algunas letras de reggaeton no sólo aluden a la violencia física sino además a la violencia sexual, haciendo ostentación de la misma como en “El Látigo” de Toby Toon: “Por delante por detrás/por delante por detrás/por delante por detrás pa que te duela/Y si ella se porta mal, dale con el látigo/se sigue portando mal, dale con el látigo/Y si ella se porta mal, dale con el látigo/dale con el látigo, dale con el látigo/A quien le guste el castigo y si se me porta mal le doy con el látigo/Si la trato bien ella me dice estúpido,sabes que me gusta que me des con el látigo”.

A pesar de la conciencia social presente en algunas personas, muchas de estas letras son coreadas por su carácter pegadizo y llegan a imponerse en rankings musicales debido a la amplia difusión que tienen. Es necesario que reflexionemos sobre el significado del mensaje implícito de estas canciones, previniendo la naturalización de las prácticas discriminatorias y violentas. 82 mujeres y niñas fueron asesinadas en Argentina durante el primer semestre de 2009, en muchos casos murieron en manos de sus esposos, novios, concubinos, ex parejas o familiares. No se trata de hechos delictivos aislados sino de un problema de índole social, político y de derechos humanos que se sigue multiplicando.

4 comentarios:

  1. Estupenda entrada. Sólo una aclaración, inane, si se quiere, pero que le da más seriedad a tu blog: La canción "Una mujer" no es de Agustín Lara, sino del músico cineasta turco-franco-argentino, Paul Misraki (1908). La letra, en efecto, es a todas luces machista, sólo explicable por el pensamiento y contexto de la época, esto es, por los sistemas de representación vigentes, como diría el sociólogo Stuart Hall.

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  2. Mi nombre es Darío Gómez, quien escribió el comentario precedente. Si quieres visitar mi blog es www.lapataalsuelo.blogspot.com

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  3. me parece que interpretaste mal nunca quise

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