domingo, 20 de diciembre de 2009

LAS INNOMBRADAS


La mayoría supo que era diferente en su primera infancia.
O presintió que su nacimiento no fue una buena noticia para nadie.
Muchas pasaron los primeros años yendo de su casa al hospital.
Muchas sufrieron cirugías destinadas a reducir el tamaño de su clítoris.
Nadie les preguntó. Nadie les explicó por qué.
Muchas descubrieron la verdad de su historia espiando sus registros médicos, a escondidas.
Algunas tuvieron que usar su imaginación para reconstruirla.
Otras se encontraron husmeando en libros de medicina.
Algunas fueron sometidas a vaginoplastias compulsivas y a meses
y años de dilataciones vaginales.
Muchas lidian todos los días con la insensibilidad genital.
Viven en culturas donde sus cuerpos son temidos, son corregidos, son mutilados.
Nadie habla de ellas. No encuentran imágenes celebratorias y
deseantes de sus vidas, en ninguna parte.
Médicos y médicas, abogados y abogadas, jueces y juezas han decidido sin
prestarles atención, sin escucharlas.
Son exhibidas al desnudo, con un cuadrado o un círculo cubriendo su rostro.
Sus genitales son mostrados, comentados y estudiados, pero
sus nombres nunca se mencionan.
Su voz no se escucha. La historia y la lucha de las mujeres no las incluye.
Muchas llevan en la carne la experiencia de una violación sin fin.
Para muchos y muchas ellas ni siquiera son reales.
Ni siquiera existen. Su vida parece transcurrir más allá de la diferencia
sexual, más allá del género, en un sitio nebuloso, sin tiempo.
Su experiencia ha sido abordada por todo tipo de profesionales y activistas de derechos humanos, pero rara vez ha sido atendida cuando son ellas mismas las que hablan.
Desde pequeñas les dijeron que su cuerpo debía ser corregido para que alguien, alguna vez, las amara.
Llevan ese dolor consigo a todas partes.
Mucha gente se pregunta si realmente son mujeres.
Si alguna vez lo fueron, si alguna vez podrán serlo.
Otros y otras justifican las salvajadas que tuvieron lugar en sus cuerpos,
porque ahora parecen mujeres normales.
Algunas perdieron para siempre su capacidad reproductiva en
aras de la corrección de sus genitales.
Sus cuerpos fueron arrasados por la lógica falocéntrica que equipara a cada mujer
con un hueco, y que desprecia, aborrece y teme el placer de las mujeres.
Cuando se habla de mutilación femenina nunca se habla de ellas.
No obstante, ellas hablan.
Y le ponen nombre y límite al horror sin fin del secreto, la vergüenza y el silencio.
Construyen movimientos que interpelan el control social de los cuerpos mientras defienden y celebran la diversidad de experiencias de lo femenino.
Y sin embargo, de los discursos y las practicas, en las agendas
de lucha, siguen siendo, una vez más, y como siempre, las innombradas.

MUJERES INTERSEX
¿DÓNDE ESTAN ELLAS EL 8 DEMARZO?
¿Y VOS, DONDE ESTAS?

Texto circulado por el Area Trans e Intersex del Programa para América Latina y el Caribe
de la Comisión Internacional para los Derechos Sexuales de Gays y Lesbianas -IGLHRC.
Autor: Mauro Cabral

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