Las agresiones sufridas por tres militantes del Movimiento Autónomo de Mujeres de Nicaragua, a manos de policias del Estado de León, fueron consideradas como "parte de un plan de violencia orquestada por el gobierno" por los organismos de derechos humanos.
Entre las mujeres agredidas se encontraba la periodista y dirigente feminista Patricia Orozco quien denunció el "exceso de violencia" con que fue detenida mientras regresaba de participar de una capacitación en derechos humanos para lideres comunales junto a sus compañeras.
Patricia Orozco fue reducida por la fuerza policial y conducida a la delegación departamental de León, donde pretendieron acusarla por tenencia de droga, después que ella se rehusó a enseñar lo que guardaba en su equipaje, debido a que los oficiales tampoco presentaron una explicación contundente sobre los motivos por los cuales intentaban revisar sus pertenencias.
"Se evidenció de todos los oficiales una actitud de misoginia que es la del odio hacia las mujeres", señaló y detalló: "me golpearon, cuando lograron meterme en el asiento trasero de la camioneta un oficial se sentó sobre mi y de esa forma lograron llevarme al patio de la departamental".
En el transcurso de este año se produjeron varios ataques a integrantes de organizaciones que defienden los derechos humanos de hombres y mujeres. Parece que pensar, opinar y manifestarse es peligroso en Nicaragua.
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