domingo, 19 de septiembre de 2010

1916, Buenos Aires: Isadora


Descalza, desnuda, apenas envuelta en la bandera argentina, Isadora Duncan baila el himno nacional.


Una noche comete esta osadía, en un café de estudiantes de Buenos Aires, y a la mañana siguiente todo el mundo lo sabe: el empresario rompe el contrato, las buenas familias devuelven sus entradas al Teatro Colón y la prensa exige la expulsión inmediata de esta pecadora norteamericana que ha venido a la Argentina a mancillas los símbolos patrios.


Isadora no entiende nada. Ningún francés protestó cuando ella bailó la Marsellesa con un chal rojo por todo vestido. Si se puede bailar una emoción, si se puede bailar una idea, ¿por qué no se puede bailar un himno?


La libertad ofende. Mujer de ojos brillantes, Isadora es enemiga declarada de la escuela, el matrimonio, la danza clásica y de todo lo que enjaule el viento. Ella baila porque bailando goza, y baila lo que quiere, cuando quiere y como quiere, y las orquestas callan ante la música que nace de su cuerpo.


Eduardo Galeano - Mujeres

domingo, 1 de agosto de 2010

Recuerdos de la igualdad


El 14 de diciembre de 2002 fui a comprar el Página, me interesaba un fasículo que salía ese día sobre la historia de Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre y me encontré con esta inolvidable tapa que conservo hasta hoy.
Se había aprobado la Unión Civil en Buenos Aires y por ello la foto de tapa mostraba a dos mujeres besándose entre la bandera multicolor de la diversidad. Me parece reconocer en la imagen a María Rachid, actual presidenta de la Federación Argentina LGBT.
Cuando días atrás se aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario inmediatamente recordé esta imagen y pensé en la importancia de haber sostenido la lucha ya que lo del 2002 constituyó un primer paso a la igualdad.

domingo, 18 de abril de 2010

Mujeres víctimas del conflicto armado en Colombia


El corto animado Violeta refleja la situación de muchas mujeres colombianas que se convierten en el botín de guerra del conflicto armado que atraviesa el país.


Organizaciones de derechos humanos denuncian a través de este audiovisual la desaparición de miles de mujeres para ser sometidas sexualmente por las fuerzas paramilitares.


Inspirado en una historia de la vida real, Violeta narra la búsqueda de una madre por encontrar a sus hijas desaparecidas quien durante las noches teje una manta de recuerdos como testimonio de las ausencias.

domingo, 4 de abril de 2010

viernes, 2 de abril de 2010

Estereotipos sexistas en la publicidad


Los avisos publicitarios recurren con frecuencia a tópicos machistas para promocionar diversos productos. La difusión de estereotipos sobre los roles asignados socialmente a hombres y mujeres refuerza la desigualdad de género.


Desde sus comienzos la televisión puso el centro de atención en los hombres. Las minorías étnicas y raciales estuvieron totalmente ausentes hasta los años setenta y sólo en las últimas décadas los programas dieron a las mujeres un papel prominente. Los cambios han sido especialmente lentos en la publicidad porque ésta trata de llegar al público a través de pautas culturales muy arraigadas. Es frecuente por ello que presente a los dos sexos a través de estereotipos. Tradicionalmente, los anuncios han mostrado a las mujeres en su casa, empleando productos de limpieza, sirviendo la comida, o utilizando nuevos electrodomésticos. Pero la tendencia que se impuso en los últimos años es la de la mujer tratada como objeto sexual, utilizando su cuerpo para la venta de productos que no siempre tienen relación con él. Por su parte, los hombres protagonizan los anuncios de automóviles, servicios bancarios, compañías industriales, o bebidas alcohólicas. La voz de autoridad aparece casi siempre como masculina.

El mito de la belleza

Un claro ejemplo de esta situación lo constituyen las publicidades de productos de limpieza como la de Mr. Músculo, donde la figura femenina está delimitada al espacio de la cocina y su tarea de limpiar. No obstante, le falta competencia para poder cumplir con este rol por eso debe recurrir a la ayuda de esa especie de superhéroe anti grasa. Quien luego de aplicar el producto en cuestión sale corriendo en auxilio de otra “ama de casa desesperada”. Desde otra perspectiva, los avisos de productos capilares como Pantene PRO-V introducen a las mujeres en un ambiente de trabajo, como una oficina o un buffet de abogados, simplemente para anunciar un champú, reflejando que ese espacio físico no es propio del género femenino sino que es sólo otro lugar para poder hablar de la “gran preocupación” por la belleza.


La escritora Naomí Wolf señala que la publicidad tiende a perpetuar el mito de la belleza a través del cual la sociedad enseña a las mujeres a medir los logros y satisfacciones personales en términos de apariencia física y a los hombres en poseer una mujer bella. Esto pone en evidencia los prejuicios del ideal físico inalcanzable por sobre la salud física y mental de las mujeres cuya responsabilidad es atribuible a las industrias de moda, de cosméticos y de cirugía plástica, que obtienen millonarias ganancias en base a la estrategia de crear en las mujeres una profunda sensación de insatisfacción con sus propios cuerpos.

Cazadores cazados

Marcas como Axe han hecho del machismo su sello distintivo siendo difícil discernir la frontera entre la broma y una estrategia reflexionada. Durante la campaña publicitaria de la nueva fragancia Axe Instinct lanzaron un juego interactivo por Internet que proponía la violencia física como una modalidad de trato entre varones y mujeres, posicionaba a las mujeres como objetos de conquista para los varones, estigmatizándolos como seres que sólo se relacionan con las mujeres con fines sexuales, y haciendo uso de la violencia como estrategia de galanteo. Por este motivo, el Instituto Nacional Contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (INADI) denunció a la empresa Unilever, propietaria de dicha marca de desodorantes, y esta retiró el juego de la web.


Pero el machismo publicitario no tiene únicamente a la mujer como blanco. En su campaña para promocionar un gel de ducha pensado para hombres, Axe utilizó el lema “Si hueles a jabón de mujer, te ven como mujer”, poniendo en duda el potencial como conquistador de los jóvenes, advirtiéndoles que usar un gel de ducha equivocado puede generar incertidumbre sobre su orientación sexual. Por lo tanto, los hombres que no cumple con los “tópicos masculinos” también son motivo de burla para esta marca.

Violencia simbólica

Durante el mes de junio de 2009 se realizó en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires un debate acerca de los estereotipos sexistas en la publicidad argentina. El encuentro estuvo organizado por la Comisión de Igualdad Real de Oportunidades y de Trato entre Mujeres y Varones que preside la diputada Diana Maffía. Esta militante por los derechos de la mujer y filósofa declaró: “La violencia simbólica está presente en muchos de los avisos. No sólo hay un estereotipo sino que hay imposiciones jerárquicas acerca de cuáles son las sexualidades que valen y cuáles son las que no valen. De manera que vincular la sexualidad femenina con la maternidad y la masculina con el consumo, con la no selectividad sexual y con la imposición por la fuerza; vincular la femenina con lo doméstico y la masculina con lo público; pensar quién toma las decisiones de las grandes inversiones económicas y quién toma las decisiones de las inversiones minúsculas y poco significativas, me parece que nos va mostrando un terreno que expresa fragilidades que hay en la propia sociedad”.


Es evidente que muchos empresarios y sus publicistas utilizan la violencia hacia las mujeres para “vender” sus productos, intentando desacreditar la conquista de los derechos humanos. Desestiman la violencia hacia las mujeres como causante de miles de muertes por año en nuestro país y naturalizan las históricas desigualdades de género como modalidad de relación entre varones y mujeres. Sin duda están desatendiendo el deber moral y ético que tienen como profesionales de cuidar los mensajes que difunden.

miércoles, 24 de marzo de 2010

“Fotos y recuadros” por Eva Giberti


Los vemos fotografiados como si fueran personas comunes, como tantos otros, sentados en fila, a veces con aire solemne, en oportunidades como borrachos, pero siempre rigurosamente trajeados, como si el traje y la corbata los condujese a reconocer la seriedad del trámite y la investidura del tribunal. Menos uno que aparece en pullover, deportivamente, para poder arremangarse y diferenciarse de los otros como el que se atreve a más y tiene más poder o más capacidad de seducción masculina, diferenciación histórica entre las fuerzas armadas.


Por fin podemos mirarlos, recortarlos, y con sus figuras armar nuevas escenas, como cuando los chicos diseñan sus collages. Una vez recortados podemos pegarlos en el borde de la hoja o meterlos en un estanque, pintado con lápiz celeste, junto con los patos, o como parte de la granja sentados en tractores, o armar un escenario y sentarlos como público en una fiesta de fin de año mirando a los niñitos que cantan el himno. Podemos recortar esas fotografías destrozando la página del diario y construir miles de imágenes, como si fuéramos los dueños de esas vidas. Que ahora deben responder ante la Justicia porque ellos armaron las trágicas escenas que el 24 de marzo conmemora, cuando algunos de ellos sentados frente a su escritorio firmaban las órdenes que hoy dicen no haber firmado.


Esas fotos no nos muestran a quienes nos miran de frente, salvo un primer plano buscado por algún periodista, están de costado o mirando hacia abajo, escondida la mirada por el azar fotográfico.Son las caras de quienes torturaron y desaparecieron cuando se enancaron en un 24 de marzo para perdurar indefinidamente.


Si volteamos las hojas de Página/12, otras son las fotos que nos miran de frente, desde el vacío de la ausencia, la cara de otro que existía y que fue expulsado de su vida, que está presente cada día. Pero no es ésa la cuestión, la del recuerdo interminable. Desde esas caras que surgen en el diseño de las páginas se reconoce el alerta escondido que brota desde la ausencia. Pero difícilmente se encuentre el sobresalto que podría surgir en el Yo de quien las mira como si no importaran, como un recuadro más del diario. Pero no son un recuadro más, son los desaparecidos.


Esas caras que parecerían ajenas, vaya a saber quiénes serían aquellas gentes desaparecidas que, en la letra del periódico, enhebran mensajes amorosos escritos por amigos y familiares, aparecen y nos alertan, sin que las escuchemos, diciéndonos que la lucha que les robó la vida no terminó.


Ese sujeto que desde el recuadro me mira fatalmente me sobresalta, aunque no quiera atenderlo ni recordarlo. Es un prójimo que apela a mi indiferencia y a mi descuido, que me descubre desde su mirada, como diría Sartre: “La mirada que manifiestan los ojos, no importa de qué naturaleza éstos sean, es puro retorno a mí mismo”.


El surgimiento de ese otro que me mira no es solamente una molestia que se trata de eludir sin mirarlo ni leerlo, ese prójimo que me despoja de mi libertad, como diría Sartre, para quedarme tranquilo y pensar que el horror terminó porque Strassera dio la orden “Nunca Más”. Ese prójimo ocupa el lugar de la palabra viva de cada día, despertándonos.


Ahora podemos entrar en el campo de los asesinos, podemos mirarlos mientras viven, congelarlos en las fotos y recortarlos, por lúgubre que parezca la idea, sin embargo, mientras tanto se cocina el engaño y se perfecciona la trampa: son otros, invisibles, los que están esperando su turno para volver como sea.


Si éste es el comentario para un 24 de marzo, no parece un homenaje a la memoria de los ausentes, menos aún un recordatorio triunfal. No lo es porque la tensión positiva que produce el mirar a los enjuiciados no aminora los efectos del terrorismo de Estado en las generaciones sucesivas ni la inspiración que suscitaron en otros que ahora se enmascaran tras la demanda de mano dura.


Resaltar la singular coyuntura que enlaza a los victimarios siendo juzgados, con sus fotos publicadas en las mismas páginas que honran sus víctimas en homenaje permanente, sólo pretende recordar que cada recuadro es parte de una lucha en la historia del país y como tal corresponde sea leído y mirado. Los otros trajeados con saco y corbata se recordarán como los que ensangrentaron y empobrecieron al país. Sus admiradores activos no están siendo juzgados, todavía."

jueves, 18 de marzo de 2010

Evita según Galeano


1935, BUENOS AIRES: EVITA


Parece una flaquita del montón, paliducha, desteñida, ni fea ni linda, que usa ropa de segunda mano y repite sin chistar las rutinas de la pobreza. Como todas vive prendida a los novelones de la radio, los domingos va al cine y sueña con ser Norma Shearer y todas las tardecitas, en la estación del pueblo, mira pasar el tren hacia Buenos Aires. Pero Eva Duarte está harta. Ha cumplido quince años y está harta: trepa al tren y se larga.

Esta chiquilina no tiene nada. No tiene padre ni dinero; no es dueña de ninguna cosa. Ni siquiera tiene una memoria que la ayude. Desde que nació en el pueblo de Los Toldos, hija de madre soltera, fue condenada a la humillación, y ahora es una nadie entre los miles de nadies que los trenes vuelcan cada día sobre Buenos Aires, multitud de provincianos de pelo chuzo y piel morena, obreros y sirvientas que entran en la boca de la ciudad y son por ella devorados: durante la semana Buenos Aires los mastica y los domingos escupe los pedazos.

A los pies de la gran mole arrogante, altas cumbres de cemento, Evita se paraliza. El pánico no la deja hacer otra cosa que estrujarse las manos, rojas de frío, y llorar. Después se traga las lágrimas, aprieta los dientes, agarra fuerte la valija de cartón y se hunde en la ciudad.

viernes, 12 de marzo de 2010

Sobre los hombres que pagan por sexo




Por Lille Skvat


A los hombres les da igual que las putas a las que se tiran por dos duros sean mujeres traficadas y obligadas a ello. Esto, que para mí es una evidencia, en esta sociedad hipócrita parece una novedad que incluso despierta controversias y escándalo.


Explico el asunto. Resulta que un político danés de uno de los partidos de izquierda (SF), Kamal Qureshi, y una ONG llamada Safe and Alive para marcar el Día Internacional de la Mujer decidieron poner a prueba a los hombres daneses. Publicaron un anuncio falso en la sección de contactos de uno de los dos periódicos de escándalos. En un par de días recibieron varias llamadas, 14 para ser exactos, de clientes interesados en tener sexo con las mujeres negras que se vendían en este anuncio. En las conversaciones el que se hace pasar por el chulo explica que las mujeres son traficadas contra su voluntad y que por eso son tan baratas. La mitad de los hombres que llamaron dijeron que no les importaba y que deseaban comprar el servicio sexual aun así.


Esto ha creado escándalo porque por una vez se ha demostrado con grabaciones que los hombres, incluso sabiendo las condiciones de las mujeres, deciden comprar sus servicios. Sin embargo, sinceramente, ¿quién pensaba que era de otra forma antes? Quiero decir, todo el mundo sabe que las mujeres que vienen a Dinamarca de países del tercer mundo o de Europa del Este y que trabajan como prostitutas en burdeles y en la calle lo hacen porque son obligadas. Ya hemos visto varios documentales que nos cuentan desde las condiciones de las tailandesas encerradas durante meses hasta como los abogados respetables participan para conseguir que los chulos no paguen impuestos. Hemos leído incontables artículos en los periódicos que nos describen más que detalladamente que la mayoría de las prostitutas que trabajan en Dinamarca son extranjeras y que de ellas la mayor parte son traficadas que no esperaban tener que trabajar vendiendo sexo. Hemos visto campañas de diversas ONG, de partidos políticos, incluso de las propias asociaciones de prostitutas explicando que la enorme mayoría de esas mujeres son víctimas del tráfico humano. Y cada día cualquier persona normal que viva en Dinamarca puede al caminar por la calle ver los burdeles abiertos 24 horas para que los clientes entren, pero de los que nunca salen las mujeres que trabajan. Yo misma he visto varias veces como al salir la persona que me imagino es propietaria o proxeneta cierra la puerta con llave desde fuera mientras dentro quedan personas que hablan a través de la puerta.


¿Y aun así la sociedad tiene la fantasía de que si los hombres saben que estas mujeres no quieren ser prostitutas no desearan comprar sus servicios? Por favor... Casi suena a mofa.

De buenas a primeras digo yo que el hombre que compra sexo de una prostituta está claro que en ningún momento se interesa por la mujer con la que tiene sexo....(continúa)


martes, 9 de marzo de 2010

8 de marzo: Mujeres tomaron las calles proclamando sus derechos







Este 8 de marzo fue un día más de lucha por la defensa de los derechos de las mujeres. Muchas salieron a las calles a manifestarse a través de expresiones artísticas, proclamas y canciones.

En Argentina, las consignas se focalizaron en reclamar la reglamentación de la ley n º 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, la despenalización del aborto y la liberación de las víctimas de trata.

En Honduras las mujeres en resistencia fueron nuevamente reprimidas en un acto totalmente repudiable que fue denunciado a través de varios vídeos que circulan en Internet.

A pesar de "los palos en la rueda" (y por las cabezas de las hondureñas) la lucha continúa por la igualdad, el respeto y la vida.

martes, 2 de marzo de 2010

domingo, 28 de febrero de 2010

Alfonsina según Galeano


1935, Buenos Aires: Alfonsina


A la mujer que piensa se le secan los ovarios. Nace la mujer para producir leche y lágrimas, no ideas; y no para vivir la vida sino para espiarla desde las ventanas a medio cerrar. Mil veces se lo han explicado y Alfonsina Storni nunca lo creyó. Sus versos más difundidos protestan contra el macho enjaulador.


Cuando hace años llegó a Buenos Aires desde provincias, Alfonsina traía unos viejos zapatos de tacones torcidos y en el vientre un hijo sin padre legal.En esta ciudad trabajó en lo que hubiera; y robaba formularios del telégrafo para escribir sus tristezas.Mientas pulía las palabras, verso a verso, noche a noche, cruzaba los dedos y besaba las barajas que anunciaba viajes y herencias y amores.


El tiempo ha pasado, casi un cuarto de siglo; y nada le regaló la suerte. Pero peleando a brazo partido Alfonsina ha sido capaz de abrirse paso en el masculino mundo. Su cara de ratona traviesa nunca falta en las fotos que congregan a los escritores argentinos más ilustres.


Este año, en el verano, supo que tenía cáncer. Desde entonces escribe poemas que hablan del abrazo de la mar y de la casa que la espera allá en el fondo, en la avenida de las madréporas.


De "Memoria del fuego/El siglo del viento"

viernes, 26 de febrero de 2010

martes, 16 de febrero de 2010

sábado, 13 de febrero de 2010

Trata: Relatos de esclavitud


Dos películas argentinas abordan la problemática de la trata con fines de explotación sexual. "Nina" de Sofía Vaccaro y "La mosca en la ceniza" de Gabriela David reflejan las historias de jóvenes que mediante falsas promesas de trabajo son captadas por redes de trata.


"Nina" es un mediometraje rodado íntegramente en la provincia de Misiones y en Paraguay, que surgió a raíz de un premio otorgado a su directora por el Festival Internacional de Cine de Oberá. El mismo consistió en la realización de una obra audiovisual, junto a un equipo técnico de la región, que relatara una temática propia de la provincia de Misiones. Este film fue presentado en distintos puntos del país.


"La mosca en la ceniza" se estrenará el próximo mes de marzo en Argentina, sin embargo ya participó del 35° Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y del 14° Festival Internacional de Cine de Kerala, India, donde obtuvo premios y reconocimientos.


Es significativo que sean las cineastas quienes saquen a la luz este terrible delito negado todavía por muchos gobernantes y subestimado por gran parte de la sociedad. De esta manera, el cine, una vez más, se ocupa de reflejar los "hechos incómodos" que nos aquejan.

jueves, 11 de febrero de 2010

Cuando la violencia de género sale a la luz


El ataque sufrido por Wanda Tadei, esposa del baterista de Callejeros, puso en la agenda mediática el flagelo de la violencia del que son víctimas con frecuencia miles de mujeres en la Argentina, en manos de sus maridos, novios o concubinos. Aunque por ser anónimas sus casos no tienen repercusión en los medios.


Algunos diarios de tirada nacional y los noticieros televisivos además de cronicar el presunto intento de homicidio por parte de Eduardo Vázquez, consultaron a especialistas sobre la temática y "descubrieron" los alcances de la problemática en la sociedad.


En el año 2009 fueron asesinadas en Argentina 231 mujeres y a pesar de ello la ley 26.485 de “Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres", sanciona por el Congreso hace un año atrás todavía no fue reglamentada. Sin duda, están siendo escasas las políticas públicas en este sentido.


domingo, 24 de enero de 2010

Ninguna víctima-Marta Dillon


La Presidenta mira al vacío. Tiene el mentón erguido y el gesto grave. Tiene, además, un moretón en el ojo y una supuesta herida bajo la boca resguardada por dos apósitos. Con esos agregados –que la revista Noticias aclara son producto de un fotomontaje–, el gesto y la mirada se resignifican: se convierten en la clásica estampa –estereotipada estampa– con la que, al menos hasta la década del ‘90, se graficaba cualquier nota periodística que tuviera que ver con la violencia sexista. Eran tiempos en los que todavía estaba fresca una campaña televisiva del producto Piña Colada en la que una mujer, también con el ojo en compota, pedía que le dieran “otra piña”. Eran tiempos en que no había, como ahora, una ley integral para erradicar toda forma de violencia hacia las mujeres, incluyendo violencias menos visibles como la económica, emocional o la que suelen sufrir las mujeres dentro de consultorios ginecológicos o en la sala de partos, ambos momentos de alta vulnerabilidad. Eran tiempos –no del todo pasados– en que a la violencia contra las mujeres se le decía violencia doméstica. Una manera más de borrar la problemática de la agenda pública y situarla dentro de las cuatro paredes de una casa, allí donde se supone no se debe mirar.


Esa clásica estampa no era inocente, como evidentemente tampoco es inocente el fotomontaje en la tapa de la revista junto al título “El negocio de pegarle a Cristina”, destacando la palabra “pegarle” con una tipografía sensiblemente más grande. Mostrar el ojo morado, así como el gesto grave y ausente, construyen a una víctima, a alguien que soporta el dolor y es capaz de exhibirlo tal vez como una manera de pedir ayuda. Y también, por qué no, cubre la dosis de morbo de quienes intuyen que detrás de la cicatriz hay razones para el golpe, que las mujeres deben ser ajusticiadas, un pensamiento que suele flotar, inconfesable, en el aire y que hasta puede encontrar voceros, como ese arzobispo español que dio piedra libre a los varones que abusen de una mujer que ha abortado. Ellas cometieron un crimen aberrante, ellos tienen “piedra libre” para abusar de sus cuerpos, dijo el arzobispo.


¿Por qué mostrar a la presidenta de la Nación como a una víctima, como a una mujer golpeada? ¿Es posible evadir la asociación, la marca de género impresa en esa imagen? ¿Cuál es la cuota de morbo que se deposita en mostrar a una mujer poderosa, con capacidad de decisión y capacidad en general como a la que es “negocio” pegarle? ¿Cuánto del mensaje que se envía de este modo a Cristina Fernández de Kirchner llega al resto de las mujeres, cuánto hay de aleccionador hacia el género en la exhibición del pagarás con dolor la osadía de haberse atrevido? La imagen, por supuesto, se complementa con una nota en la que la Presidenta grita, se sale de quicio, pelea con su marido y se encabrita porque siente que la tratan de boluda. Todo, en definitiva, ajustado al guión clásico de causa y consecuencia que la violencia machista construye para exculparse.
Más allá de los aciertos o desaciertos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la revancha machista contra su figura –cabe aclarar que “machista” no es una palabra que aluda a un género en particular sino a un sistema de poder al que se rinden tanto varones como mujeres– de mujer poderosa y encima sexuada encuentra siempre un capítulo nuevo. Y su mensaje no está dirigido sólo a la Presidenta si no a cualquier mujer que cometa la osadía de atreverse a disputar poder.


Extraído del suplemento Las 12 (22/01/10)

jueves, 14 de enero de 2010

viernes, 8 de enero de 2010

Eliminan los anuncios de explotación sexual de diarios españoles


La Razón, La Gaceta, 20 minutos, Qué y Público decidieron eliminar los anuncios sobre explotación sexual de sus páginas. Esta medida pone de manifiesto su compromiso con la defensa de la dignidad de las mujeres y con la denuncia de las mafias de trata y prostitución.

La Gaceta obtenía 1,5 millones de euros por los anuncios de contactos, un dinero al que ahora renuncia.

Un estudio del Observatorio Cívico Independiente, denominado “El tráfico y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual en España 2009” revela que a nivel mundial ese país ocupa el segundo lugar en el intercambio de pornografía infantil. Por lo cual se ha convertido en el mayor foco de atracción para llevar a cabo la trata de personas con fines de explotación sexual en toda Europa.

domingo, 3 de enero de 2010

"Mujer que dice chau" Eduardo Galeano


Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos Republicana y una revista vieja que dejaste aquí. Me llevo los dos boletos últimos del ferrocarril. Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que habías dibujado, de mi boca sale un globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas. También me llevo una hoja de acacia recogida en la calle, la otra noche, cuando caminábamos separados por la gente. Y otra hoja petrificada, blanca, que tiene un agujerito como una ventana, y la ventana estaba velada por el agua y yo soplé y te vi y ése fue el dia en que empezó la suerte.


Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas buenas, decíamos todas las cosas cada vez mejores, que nos van a pasar).


No me llevo ni una sola gota de veneno. Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca dormida, nunca). Y un asombro por todo esto que ninguna carta, ninguna explicación, pueden decir a nadie lo que ha sido.


De "Vagabundo y otros relatos"